La Celestina cultiva los más hermosos claveles… ha sido difícil encontrar nuestro mercado, hemos recorrido ciudades completas vendiendo nuestra ilusión, una flor, toda una temporada de duro trabajo. Eso es lo que llevamos a su casa, el aroma y el color de nuestros claveles.
Estamos viviendo en un mundo cada vez más gris. La primavera parece haber tardado, su llegada ha sido lenta y, casi dolorosa, es que el mundo está cambiando, y las leyes que seguían las estaciones en años postreros ya no son más que meras posibilidades. Sin embargo, frente a esto la tierra está poniendo resistencia. En el ambiente podemos oler el sabroso aroma de los árboles en flor, nuestros rostros son acariciados por una sutil y suave brisa… cálida, acogedora y breve.
Hoy, cuando nuestro entorno se llena de flores y el pasto parece más verde, La Celestina ha logrado cultivar hermosos claveles. De todos los tonos, de gran duración y tamaño. Es como si la tierra nos hubiese regalado un tesoro. Cada clavel es una maravilla en sí mismo. Todos juntos son una orquesta de colores muy singular, el rojo carmesí salta y sube, el amarillo nos recuerda el sol y su calor, el naranjo la alegría de la primavera, el rosado el candor del amor, el blanco el abrazo de una madre, y aquellos matizados nos dicen: “somos especiales, como poder describirnos”.
Ventas al por mayor y al detalle.
Enviamos a regiones.
La Celestina, flores para todo momento.